El Hospital General de Segovia ha sido condenado por negligencia médica después de que una mujer fuera diagnosticada con gastroenteritis
cuando, en realidad, sufría una infección pélvica. El retraso en el
tratamiento provocó que la paciente abortara y la extirpación de sus dos
ovarios, por lo que la aseguradora de Sanidad de Castilla y León tendrá
que indemnizarla con 214.000 euros.
El
diagnóstico erróneo tuvo lugar después de que la paciente, embarazada
de seis semanas, acudiera el pasado 14 de febrero de 2012 al centro
hospitalario con "dolor abdominal que se irradia por todo el abdomen y
fosa renal", según la sentencia. Entonces, los médicos aseguraron que
los síntomas eran propios de una gastroenteritis —también sufría diarrea, tal y como indica el abogado de la denunciante, Rafael Martín Bueno—,
por lo que permaneció ingresada casi una semana. Tres días después de
recibir el alta y debido a la falta de remisión del dolor, la mujer
acudió a una consulta privada en la que, ante la sospecha de que
padeciera una enfermedad inflamatoria pélvica, se le aconsejó que
acudiera de nuevo a urgencias donde, esta vez sí, se le informó de un
absceso pélvico, por lo que se le trató con antibióticos. Pero la
paciente no reaccionó al tratamiento y tuvo que ser intervenida. La
infección remitió pero la mujer sufrió a continuación un aborto y tuvo
que ser sometida a la extirpación de los ovarios, lo que le provocó una
menopausia precoz.
Según se recoge en el fallo, el informe emitido por el perito de la
denunciante destacaba que los síntomas que presentaba la paciente el
primer día que acudió al hospital eran "suficientes para diagnosticar la
enfermedad inflamatoria pélvica de la que finalmente fue diagnosticada
o, al menos" no para descartarla". Además, también hace hincapié en los
resultados de la primera analítica, que mostraban un nivel de leucocitos
de 19.280. De acuerdo con la Sociedad Española de Ginecología y
Obstetricia, una leucocitosis superior a 15.000 sugiere una infección de
las membranas ovulares. La decisión judicial indica cómo la perito
propuesta por la parte demandada "incurrió en diversas contradicciones".
Entre otras aseguró que "no existía un diagnóstico concreto" y que la
fiebre y la analítica "no indicaban de qué infección podía tratarse", al
tiempo que admitió la existencia de un dolor localizado en el útero,
"síntoma de una enfermedad infecciosa pélvica".
Por todo, el Juzgado de Primera Instancia número 16 de Madrid ha
concluido ahora que dado el cuadro médico de la paciente, los médicos
"debieron descartar que se trataba de una enfermedad infecciosa pélvica,
a lo que todo apuntaba, y no limitarse a determinar que se trataba de
una mera gastroenteritis" y califica la conducta de los facultativos como "ngeligente".
Como consecuencia, la aseguradora del sistema de salud de Castilla y
León, Zurich Seguros, ha sido condenada a pagar en total 214.000 euros,
que incluyen las costas del procedimiento y los intereses de demora, por
la falta pago de la indemnización y de ofrecimiento de la misma por
parte de la aseguradora, cuando tuvo conocimiento del siniestro.
Fuente: El País
No hay comentarios:
Publicar un comentario